Han hecho falta casi dos semanas de negociaciones y una visita al mismo puesto fronterizo entre Egipto y Gaza del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres. Pero la ayuda humanitaria ha comenzado a entrar al sur de la Franja la mañana de este sábado por vez primera desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás, el 7 de octubre. Según ha informado la agencia de Naciones Unidas para asuntos humanitarios (OCHA, en sus siglas en inglés), son de momento una veintena de camiones, muy por debajo de las necesidades del sur de Gaza, donde está acotada su distribución. Allí se concentra más del 80% de la población de la Franja, entre los que ya vivían allí y los 700.000 desplazados desde el norte por orden del Ejército para facilitar la invasión terrestre, según el nuevo dato difundido este sábado por el portavoz militar, Daniel Hagari.
Los camiones, de la Media Luna Roja egipcia, transportan comida, agua y medicamentos. Son los tres únicos suministros cuya entrada admiten Israel y Estados Unidos en los acuerdos que alcanzaron el miércoles con Egipto, ante la presión por la grave situación humanitaria en la Franja. La ONU y las autoridades de la Franja consideran, sin embargo, insuficiente el convoy, pues hasta el bloqueo debido a la guerra llegaban a Gaza cada día 450 camiones con ayuda. La ayuda recibida este sábado supone el 3% de lo que diariamente ha de recibir la población del enclave, según el Ministerio de Sanidad gazatí.
No está claro qué pasará a partir de ahora. Ni cuántos camiones cruzarán cada día ni las horas de apertura del cruce. Israel y Estados Unidos condicionan la entrada de ayuda a que se quede en el sur y no llegue a manos de Hamás, que gestiona el paso fronterizo y la administración de la Franja desde 2007, con alcaldes, ministerios y cobro de impuestos. De hecho, las discrepancias sobre el mecanismo de inspección de las mercancías fueron el principal motivo de aplazamiento durante 72 horas de la urgente llegada de la ayuda. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, instó “a todas las partes a mantener abierto el paso fronterizo de Rafah” y a que “Hamás no interfiera”, según un comunicado.
Otra de las incógnitas es si los extranjeros o los palestinos con una segunda nacionalidad podrán salir de Gaza. Ya son unas 400, de distintas nacionalidades, las personas concentradas en el lado palestino del paso de Rafah con la esperanza de cruzar un territorio en el que las tropas israelíes planean quedarse durante meses. A primera hora del día, la Embajada de Estados Unidos en Jerusalén recomendó a sus ciudadanos en Gaza estar alerta y les informó de que el puesto permanecería abierto hasta las 15.00 (14.00, hora peninsular española). Decenas de personas (sobre todo palestinos con nacionalidad estadounidense) ya se plantaron allí en vano hace días, por los rumores sobre una inminente apertura de Rafah que no llegó.
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“Este primer convoy no debe ser el último”, ha subrayado el coordinador jefe de la ONU para ayuda humanitaria, Martin Griffiths. “Confío en que este envío sea el inicio de un esfuerzo sostenido para brindar suministros esenciales, incluyendo alimentos, agua, medicinas y combustible, a la población de Gaza […]. La población de Gaza ha sufrido durante décadas, y la comunidad internacional no puede seguir fallándoles”, ha asegurado en la red social X, antes conocida como Twitter. Israel veta la entrada de combustible y de cualquier suministro por su frontera mientras las milicias tengan rehenes (que ha cifrado este sábado en al menos 210). La milicia fundamentalista islámica aseguró este sábado que no abordará la situación de los militares secuestrados que forman parte de ese grupo mientras Israel no ponga fin a la “agresión” sobre la Franja, señaló Osama Hamdan, uno de sus responsables desde Líbano, informa la agencia Reuters. Gaza no necesita el combustible solo para distribuir la ayuda o los escasos desplazamientos por carretera, sino también para los generadores de electricidad de los hospitales y las bombas de extracción de agua de pozos.
Mientras, el Ministerio de Sanidad de Gaza elevó este sábado a 4.385 las víctimas mortales desde el 7 de octubre, de las que 1.756 son niños. La ausencia de combustible, según esta misma fuente, mantiene totalmente fuera de servicio cinco hospitales, dos más parcialmente y 25 centros de salud.
Sánchez con Abbas en Egipto
El secretario general de la ONU, en la cumbre internacional sobre la guerra que se celebra este sábado en Egipto, con dirigentes y representantes de prácticamente todo el mundo, ha subrayado sobre la entrada del primer convoy de ayuda humanitaria: “La gente de Gaza necesita un acuerdo para mucho, mucho más. Una entrega continua de ayuda a Gaza a la escala que se necesita. Estamos trabajando sin descanso con todas las partes para conseguirlo”.
En el discurso inaugural del encuentro, el presidente del país anfitrión, Abdelfatá al Sisi, ha pedido “una hoja de ruta con el objetivo de acabar con la crisis humanitaria y empezar a activar el flujo de ayuda a la franja de Gaza”. El presidente en funciones del Gobierno español, Pedro Sánchez, que asiste a la cumbre ―en la Nueva Capital Administrativa de Egipto, al este de El Cairo―, se ha entrevistado con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas. El mandatario español prometió incrementar la ayuda española a Palestina, al tiempo que expresaba su solidaridad con la población de Gaza. Durante su intervención en la cita, Sánchez pidió proteger a Israel del terrorismo, ayudar a los palestinos que están siendo atacados y apostó por la solución de los dos Estados.
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